Un reciente estudio sobre los impactos del cambio climático en Sudamérica reveló que Uruguay podría transformarse en un actor emergente en la producción de yerba mate, un cultivo históricamente concentrado en Brasil, Paraguay y Argentina.
El informe advierte que, debido a la degradación del suelo y a los cambios en los regímenes de lluvias, parte de las zonas tradicionales de cultivo en países vecinos podrían perder productividad. En contrapartida, el sur de Uruguay contaría en las próximas décadas con condiciones climáticas más propicias para el desarrollo de Ilex paraguariensis, la planta utilizada para la infusión.
Actualmente, Uruguay no cuenta con una industria yerbatera a gran escala, aunque algunos pequeños productores y organizaciones ambientales ya comenzaron a experimentar con el cultivo, combinando la plantación de yerba con proyectos de regeneración del monte nativo.
Especialistas señalan que el desafío será producir de manera sostenible, evitando los problemas ambientales que han afectado a otros países. Además, destacan la necesidad de implementar políticas de fomento y financiamiento que permitan convertir estas iniciativas en una alternativa productiva real para el país.