La Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más reconocidos del mundo, se alza imponente en la Isla de la Libertad, en la bahía de Nueva York. Inaugurada el 28 de octubre de 1886, fue un regalo del pueblo francés a Estados Unidos como homenaje a la independencia y a los valores de libertad y democracia.
Diseñada por el escultor Frédéric Auguste Bartholdi y con estructura interna de Gustave Eiffel, la obra mide 93 metros de altura contando su pedestal. En su mano derecha sostiene una antorcha que simboliza la luz de la libertad, mientras que en la izquierda porta una tablilla con la fecha de la independencia estadounidense: 4 de julio de 1776.
Convertida en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la estatua sigue siendo un emblema de bienvenida para millones de personas y un ícono de esperanza para quienes llegan a Nueva York desde todas partes del mundo

