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    Mario D’Amico: el uruguayo que lleva el sonido de su tierra al corazón de Europa y el Órgano de la Catedral

    PorQuinto Elemento

    Oct 22, 2025

    Nacido en Paysandú en 1979, Mario D’Amico Holzmann es uno de esos nombres que trascienden fronteras. Su oficio —la organería, arte milenario de construir, restaurar y armonizar órganos de tubos— lo ha llevado desde los templos del Litoral uruguayo hasta las grandes catedrales europeas.

    Actualmente reside en Wil, una apacible ciudad del cantón de San Galo, en Suiza, desde donde continúa combinando su trabajo internacional con proyectos que unen su país natal y el Viejo Continente. En 2023 fue condecorado por el gobierno francés con la Orden Nacional del Mérito, en reconocimiento a su participación en la restauración del órgano de la Catedral de Notre-Dame de París, devastado por el incendio de 2019.

    “Nunca imaginé que mi oficio me llevaría a estos lugares”, dijo en una entrevista reciente, recordando sus primeros pasos junto al antiguo órgano de la Basílica de Paysandú, que despertó su vocación cuando era apenas un adolescente.


    Un regreso con música a su país

    Aunque su vida profesional se desarrolla en Europa, D’Amico mantiene un vínculo profundo con el Uruguay. En los últimos años lidera el monumental proyecto de instalar el órgano de tubos más grande del país en la Catedral Basílica de San Juan Bautista de Salto, un instrumento de origen suizo con más de 2.500 tubos y nueve toneladas de peso.

    El órgano, fabricado por el taller Orgelbau Kuhn en 1950 y donado por una parroquia de Lenzburg (Suiza), fue cuidadosamente desmontado, trasladado y adaptado al templo salteño bajo la dirección de D’Amico. Su inauguración está prevista para octubre de 2025, en un evento que incluirá conciertos, audiciones y celebraciones religiosas.

    “Este instrumento no pertenece solo a la Catedral, sino a toda la comunidad. Será un punto de encuentro entre la fe, la música y la educación”, explicó el organero, quien ha insistido en que el proyecto tiene también un componente formativo, orientado a capacitar nuevos organistas uruguayos y preservar el patrimonio musical del país.


    De Paysandú a Notre-Dame

    Antes de convertirse en referente internacional, D’Amico se formó en Europa, especialmente en el prestigioso taller del maestro Gerhard Grenzing en Barcelona, donde aprendió los secretos de la afinación y armonización.
    Su carrera lo llevó luego a colaborar en la restauración de órganos históricos en España, Francia y Suiza, hasta ser convocado para integrar el equipo de expertos que recuperó el emblemático órgano de Notre-Dame de París, considerado uno de los más complejos del mun

    Un puente entre dos mundos

    A los 46 años, Mario D’Amico vive entre Wil y el Uruguay, viajando frecuentemente para supervisar obras y coordinar proyectos culturales.
    De su familia se sabe que es hijo de Gloria Holzmann Elhordoy, también sanducera, y que conserva un fuerte lazo con su ciudad natal.

    “Me emociona pensar que el sonido que escuché de niño en Paysandú hoy también vibra en las catedrales de Europa”, ha dicho en más de una ocasión.


    Legado y visión

    El organero uruguayo sueña con que cada capital departamental del país tenga, algún día, su propio órgano o clavecín, como parte de un programa de difusión y enseñanza de la música antigua.
    Su visión combina técnica, arte y compromiso cultural: “Los órganos son memoria viva. No solo suenan: cuentan la historia de un pueblo”