Hoy fue la asamblea del ADEOMS combativo, peleador, luchador de clases sociales, digno representante de la histórica lucha combativas que se defiende a morir con Juan Carlos Gómez “Cholín”, embanderado de números, leyes, constitucionalidades y convenios que para el afuera defiende pero para el adentro hace agua.
No fueron a la asamblea los “trescientos” de la épica película. No llegaron ni a la mitad. Por el desgaste de una figura cómplice de la secta Lima que tira sus últimos tiros sin sentido, sin explicación, sin coherencia.
Y lo más triste es que en su despedida natural no explica gastos que reclama y reclamó a los gobiernos de turno. No explica gastos por ejemplo en el punto dos: gastos de comunicación de una empresa que no se sabe cual es, se mete en el balance el 50% de psicopedagoga, mantenimiento de redes y grupos de difusión sin dar nombres. Presente facturas compañero.
Tipo gastos varios. Esos gastos que el luchador de clases contra gobiernos ideológicamente opuestos reclama pero no dan detallados en su propio balance, demuestran que al final del día todo pasa por saber usar los tiempos de los compañeros que trabajaron, que militaron, que creyeron pero y solo pero nunca Cholín los tuvo en cuenta a excepción de crecer como figura mediática.
Como contrapartida de esa lucha sin cuartel en defensa de los indefensos, el circo mediático que costó sus buenos pesos al sindicato 2.700.000 pesos en que en forma tramposa mete a los abogados, les metió una cascada de 900.000 pesos para sentirse realizado y que sea parte de su homenaje póstumo de aquel salvador de ideologías que una vez armó carpas y en otras armó campamentos…..propios.
Hizo Cholín un uso y abuso de los gastos de los socios que por fortuna terminó en un cambio de gobierno y que de seguro terminará siendo una realidad de la sociedad para delinquir que no puede disfrazarse más. Sin trabajar crecieron los grados, sin trabajar decidieron quien se queda y quien no. Sin trabajar se siguió cobrando un sueldo y aceptando la sucia política aliada del partidismo y de la realidad.
En ese afán de ser el nuevo «Che» educado de la revolución de ideas, se mandó a hacer una sala de prensa para explayar su otro yo y gastando sus buenos pesos cortando a la par, beneficios de los propios socios. Como alguien dijo alguna vez, para trauma, comprate un perro.
La lucha paga, vaya si paga
