
Una fuerte polémica sacude a Corea del Sur tras revelarse que una influencer de 24 años fingió su propia muerte en redes sociales para “medir el impacto emocional” entre sus seguidores. Durante tres días, sus cuentas publicaron mensajes de luto y supuestas declaraciones de un familiar, quien anunciaba su fallecimiento por un accidente.
La supuesta muerte generó miles de homenajes y mensajes de dolor, hasta que la joven reapareció en un video confesando que todo se trató de un “experimento social”. La reacción fue inmediata: seguidores denunciaron manipulación emocional y autoridades iniciaron una investigación por posible violación a la Ley de Comunicación y Daño Psicológico.
Expertos en salud mental calificaron el acto como “peligroso y narcisista”, alertando sobre el aumento de contenidos extremos por la búsqueda de viralidad. Corea del Sur, con uno de los índices más altos de presión social digital, evalúa endurecer sanciones para quienes simulen emergencias o fallecimientos con fines de lucro o fama. El Ministerio de Cultura advirtió que este caso podría sentar un precedente legal en el uso irresponsable de plataformas digitales.