La Justicia imputó a un policía retirado de 55 años y a su hijo de 28, que cayó preso la semana pasada por un delito de lesiones graves, por la planificación del atentado contra la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, el pasado domingo 28 de setiembre en su casa de Jacinto Vera.
Según informó el Ministerio Público, la fiscal Angelita Romano, a cargo de la investigación, pidió la imputación para uno de ellos por los delitos asociación para delinquir, atentado agravado y estrago con prisión preventiva hasta el 7 de abril, mientras que el otro deberá cumplir medidas cautelares hasta el 7 de enero por tráfico interno de armas y municiones y receptación agravada.
Los dos hombres fueron detenidos el pasado martes para prestar declaración ante Romano en calidad de indagados. Uno de ellos fue capturado por la Policía y el otro fue conducido desde una cárcel en la que está privado de libertad desde hace pocos días.
La detención del policía retirado se dio después de un allanamiento en el que el Ministerio del Interior incautó una pistola Glock y municiones calibre 9mm. Por otro lado, estiman que el hijo tiene vínculos con el clan de Los Albín, banda que es el brazo ejecutor del narcotraficante Sebastián Marset en Uruguay, y estuvo detrás del ataque contra Ferrero.