
En un gesto político que desafía el bloqueo diplomático de China, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, viajó a Nueva York para participar en eventos paralelos a la Asamblea General de la ONU. Aunque la isla no puede participar oficialmente en el organismo debido a la presión de Beijing, Lin sostuvo encuentros con delegaciones aliadas y expuso la necesidad de que la comunidad internacional reconozca a Taiwán como un actor legítimo en la diplomacia global.
El canciller también publicó un artículo en un medio estadounidense, en el que subrayó el compromiso de su país con la democracia y la cooperación internacional. El viaje, considerado por China como una provocación, vuelve a tensar las relaciones en un contexto ya marcado por la disputa por la soberanía de la isla.