La empresa HIF Global anunció una serie de modificaciones a su millonario proyecto de e-combustibles que prevé instalar en la zona de Constancia, departamento de Paysandú. La decisión llega tras las observaciones planteadas por organizaciones sociales y ambientales, tanto en Uruguay como en Argentina, que alertaron sobre el posible impacto de la planta en el ecosistema y en las comunidades vecinas.
El plan inicial contemplaba una inversión de US$ 6.000 millones para levantar una planta de 1,1 GW de electrólisis, con capacidad de producir más de 700.000 toneladas de e-metanol por año, además de parques solares y eólicos complementarios.
Con el rediseño, la compañía reducirá en 35 % la superficie ocupada, ampliará la reserva ecológica a 260 hectáreas y reubicará las chimeneas para minimizar su visibilidad desde las poblaciones cercanas.
“Queremos demostrar que este proyecto puede convivir con el ambiente y con la comunidad”, señaló un portavoz de la firma al presentar las correcciones.
Las modificaciones buscan responder a la resistencia generada principalmente en la ciudad argentina de Colón, ubicada frente a Paysandú. Vecinos y organizaciones ambientalistas denunciaron riesgos sobre el aire, el paisaje y la salud pública. En Uruguay, colectivos locales reclamaron estudios de impacto ambiental más rigurosos y mayor participación ciudadana en el proceso de autorización.
El Ministerio de Ambiente deberá evaluar si los cambios propuestos son suficientes antes de otorgar las autorizaciones. La empresa proyecta iniciar la construcción en 2026 y comenzar a operar hacia 2029, siempre que obtenga los permisos necesarios.
El futuro del emprendimiento dependerá ahora de la respuesta de las autoridades y de la aceptación social que logre generar.