
Más de 200 líderes internacionales, premios Nobel, académicos y referentes de la industria tecnológica hicieron público un manifiesto titulado “Global Call for AI Red Lines”, en el que urgen a los gobiernos a establecer límites estrictos al desarrollo de ciertas aplicaciones de la inteligencia artificial.
Entre las propuestas, se destacan prohibiciones a la creación de sistemas que permitan la suplantación realista de personas, la autorreplicación descontrolada de algoritmos y el desarrollo de IA con capacidad de tomar decisiones letales sin intervención humana.
Los firmantes reclaman que estas regulaciones se concreten antes de finales de 2026, advirtiendo que el ritmo de avance de la IA supera la capacidad de los marcos legales actuales. El llamado se produce en medio de tensiones entre grandes potencias que ven en la IA no solo un recurso económico, sino también una herramienta estratégica y militar.