
Google planea construir un nuevo centro de datos “hiperescalar” en Thurrock, Essex, Reino Unido, sobre un terreno de alrededor de 52 hectáreas, compuesto por hasta cuatro instalaciones. Según documentos de planificación, este complejo emitirá aproximadamente 568.727 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a unas 500 trayectorias de vuelos cortos por semana.
La compañía afirma que estas emisiones son relativamente “menores” frente al presupuesto total de carbono del Reino Unido, pero organizaciones ambientales no lo ven así: denuncian que este tipo de desarrollos ejercen presión sobre los recursos hídricos y de energía, además de contribuir al cambio climático. The Guardian
Con este proyecto, Google responde a la creciente demanda de capacidad para cómputo de inteligencia artificial (IA). El gobierno británico estima que la demanda en IA podría multiplicarse por trece hacia 2035. Mientras tanto, otros países como Estados Unidos también buscan atraer inversiones similares.