
El Telescopio Espacial James Webb (JWST) sorprendió a la comunidad astronómica al descubrir un nuevo satélite orbitando Urano, hasta ahora oculto en sus anillos interiores. Bautizada provisionalmente como S/2025 U1, la luna tiene apenas 10 kilómetros de diámetro, lo que explica por qué pasó desapercibida incluso durante la misión Voyager 2 en 1986.
Este hallazgo eleva a 29 el número de lunas conocidas de Urano y confirma que los planetas exteriores del sistema solar todavía guardan secretos. Los científicos destacan que el descubrimiento demuestra la capacidad del JWST para detectar objetos extremadamente tenues y pequeños, ampliando el conocimiento sobre la dinámica y evolución de los sistemas planetarios.
Además, el hallazgo alimenta la hipótesis de que Urano podría tener más lunas diminutas escondidas, cuya detección permitiría comprender mejor la formación de sus anillos y la historia de sus interacciones gravitacionales.