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    «De la ciencia a la acción global», Día Mundial de Preservación de la capa de ozono

    PorQuinto Elemento

    Sep 15, 2025

    De la ciencia a la acción global: Día Internacional de la Capa de Ozono 2025

    Montevideo, 16 de septiembre de 2025 – Cada 16 de septiembre se recuerda a nivel mundial la importancia de proteger la capa de ozono. En 2025, bajo el lema “From Science to Global Action” (“De la ciencia a la acción global”), Naciones Unidas hace un llamado para que los descubrimientos científicos se traduzcan en políticas concretas y acciones colectivas, destinadas a reforzar y acelerar la recuperación de esta capa esencial.


    ¿Qué está en juego?

    La capa de ozono, ubicada en la estratosfera, actúa como escudo natural contra los rayos ultravioleta (UV) nocivos del sol. Sin ella, los seres humanos, los ecosistemas, la agricultura y la vida marina estarían expuestos a riesgos aumentados como cáncer de piel, cataratas, debilitamiento del sistema inmunológico y daños en cultivos y especies marinas.

    Desde la firma del Protocolo de Montreal en 1987, uno de los éxitos ambientales más destacados, se han eliminado gradualmente muchas de las sustancias que dañan la capa de ozono (como los CFCs y HCFCs). Gracias a eso, los científicos observan una recuperación lenta pero constante. Se espera que, de mantenerse el ritmo, la capa recupere sus niveles previos a 1980 hacia mediados de este siglo.


    ¿Por qué el lema “De la ciencia a la acción global”?

    Aunque la ciencia ha advertido claramente sobre los daños al ozono y ha ofrecido soluciones (sus efectos, agentes que lo agotan, tecnologías alternativas, etc.), todavía faltan muchos pasos para asegurar que esas soluciones se apliquen de forma universal, eficaz y justa.

    El lema pide:

    Que los gobiernos adopten regulaciones más estrictas y cumplan las existentes.

    Que las industrias avancen más rápido hacia tecnologías limpias que no afecten la capa de ozono.

    Que la sociedad civil y las comunidades participen activamente, comprendan los riesgos y exijan acción.

    Que se promueva una cooperación internacional robusta, especialmente apoyando a países con menos recursos para cumplir con sus compromisos ambientales.


    El panorama actual

    El Protocolo de Montreal ha sido ratificado por la gran mayoría de los países y ha logrado eliminar más del 99 % de las sustancias agotadoras del ozono reguladas bajo el tratado.

    La Enmienda de Kigali, que trabaja para reducir los hidrofluorocarbonos (HFCs) —aunque no agotan el ozono, tienen fuerte efecto como gases de efecto invernadero—, refuerza la conexión entre protección de la capa de ozono y acción climática.

    Sin embargo, desafíos persisten: filtraciones ilegales de sustancias nocivas, uso de sustitutos que también pueden dañar indirectamente el clima, y desigualdades en capacidad técnica y financiera entre países.


    Llamado a la acción

    En este Día Internacional, las autoridades ambientales, organizaciones no gubernamentales, empresas y ciudadanos de Uruguay (y de todo el mundo) pueden contribuir de varias maneras:

    1. Informarse y difundir la importancia de la capa de ozono, sus amenazas y los esfuerzos para protegerla.
    2. Exigir políticas claras que regulen los productos químicos nocivos, apoyen tecnologías alternativas y aseguren la implementación de acuerdos internacionales como el Protocolo de Montreal y la Enmienda de Kigali.
    3. Reducir el consumo de productos que puedan estar asociados con sustancias agotadoras del ozono, optando por alternativas ecológicas en refrigeración, aerosoles, espumas, etc.
    4. Apoyar la cooperación internacional, financiera y técnica, para que los países con menos recursos puedan adaptarse y contribuir efectivamente a la recuperación de la capa.

    Conclusión

    El Día Internacional de la Capa de Ozono 2025 nos recuerda que el conocimiento científico ya nos ha dado muchas respuestas: sabemos qué sustancias lo dañan, conocemos los mecanismos de reparación y contamos con alternativas tecnológicas. El verdadero reto hoy es transformar ese conocimiento en acciones globales efectivas y equitativas, para garantizar que la capa de ozono —y con ella la vida en la Tierra— siga protegiéndonos