
Astrónomos identificaron un nuevo cuerpo celeste, denominado 2025 PN7, que orbita al Sol pero con una trayectoria que lo hace parecer que está “ligado” a la Tierra. Aunque no es una luna real, su comportamiento lo convierte en un cuasi-satélite, algo poco común.
El objeto tiene unos 19 metros de diámetro (unos 62 pies) y fue observado originalmente mediante datos del telescopio Pan-STARRS1 en Hawái. Se estima que continuará en esta órbita especial durante aproximadamente 60 años más antes de alterarse por perturbaciones gravitacionales.
Su descubrimiento es relevante porque es el cuasi-satélite más pequeño y menos estable conocido hasta ahora, y su visibilidad tenue ha sido uno de los motivos por los que pasó inadvertido tanto tiempo. Esto abre la posibilidad de que existan más cuerpos de este tipo, algunos de ellos aún no detectados, que podrían ofrecer pistas sobre la dinámica orbital terrestre.