El índice de obesidad infantil y adolescente superó por primera vez al de bajo peso en el mundo, según un informe de UNICEF, que advierte sobre la transformación de la malnutrición global y sus graves repercusiones futuras.
El estudio, basado en datos de más de 190 países, muestra que mientras la prevalencia del bajo peso en menores de 5 a 19 años cayó del 13 % en 2000 al 9,2 % en 2023, la obesidad creció del 3 % al 9,4 %, afectando ya a 188 millones de niños y adolescentes. Si se incluye el sobrepeso, la cifra asciende a 391 millones.
“La obesidad es un problema cada vez más alarmante que amenaza el desarrollo de la infancia”, alertó la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
Riesgos sanitarios y causas estructurales
El informe señala que los menores con obesidad tienen más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres en la edad adulta.
Entre las causas destacan:
- La sustitución de dietas tradicionales por alimentos ultraprocesados, baratos y de alta densidad energética.
- La omnipresencia de comida rápida y bebidas azucaradas en entornos escolares y comunitarios.
- La publicidad digital, que llega con facilidad al público joven: un 75 % de los encuestados en la encuesta U-Report 2024 vio anuncios de ultraprocesados en la última semana, y un 60 % reconoció haber sentido mayor deseo de consumirlos.
Regiones más afectadas
Los países insulares del Pacífico presentan las tasas más elevadas del mundo: Niue (38 %), Islas Cook (37 %) y Nauru (33 %).
En América Latina, Chile alcanza un preocupante 27 % de obesidad infantil, mientras que México enfrenta altos niveles de sobrepeso en menores, quienes obtienen 40 % de sus calorías de ultraprocesados y bebidas azucaradas.