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    El 32% de las mujeres asalariadas no alcanza los $25.000 mensuales, frente al 29% de los hombres. La situación es aún más crítica entre los jóvenes menores de 25 años, donde el 51 % percibe ingresos por debajo de esa cifra.

    PorQuinto Elemento

    Ago 26, 2025

    La proporción de trabajadores que perciben ingresos mensuales inferiores a $25.000 disminuyó en 2024 respecto al año anterior. Sin embargo, el número de personas con salarios sumergidos sigue siendo mayor que en 2019, pese a que la economía actual es más rica que la de hace cinco años.

    Según datos del Instituto Cuesta Duarte, en 2024 hubo 19.000 trabajadores menos con ingresos sumergidos respecto a 2023. De esta forma, el porcentaje de personas que ganan menos de $ 25.000 mensuales cayó de 33% a 30%. No obstante, sigue siendo superior al 28% registrado en 2019, antes de la pandemia.

    La economista Alejandra Pico, economista del Cuesta Duarte, subrayó a Telemundo: “Los datos más relevantes a destacar es que en 2024 hubo una disminución del porcentaje de trabajadores ocupados con salarios sumergidos respecto al año anterior, pero de cualquier manera nos encontramos todavía con datos peores a los de 2019”.

    Pico explicó que los sectores más vulnerables del mercado laboral son quienes más sufren esta situación. “Lo que vemos es que los mismos colectivos que tienen dificultades para insertarse de manera plena en el mercado de trabajo (…) también son colectivos que tienen una mayor participación en esos grupos de trabajadores con ingresos laborales o salarios sumergidos”, señaló.

    El informe revela que el 32% de las mujeres asalariadas no alcanza los $25.000 mensuales, frente al 29% de los hombres. La situación es aún más crítica entre los jóvenes menores de 25 años, donde el 51 % percibe ingresos por debajo de esa cifra.

    Según la economista, esto se relaciona directamente con la calidad del empleo. “Las dificultades que hay para ingresar al mercado de trabajo luego se traducen en una inserción laboral más precaria, o bien porque no están registrados a la Seguridad Social, o porque tienen otros problemas como la insuficiencia de ingresos. Muchas veces, esos problemas además se juntan”, sostuvo.

    En cuanto a los sectores más afectados, Pico señaló que hay al menos cuatro ramas de actividad en las que la proporción de trabajadores con ingresos sumergidos supera el 40%: rural, servicio doméstico, comercio y restaurantes/hoteles. “Son también sectores con un volumen de ocupados importante, entonces entre ellos es que vemos la mayor cantidad de trabajadores con salarios sumergidos”, remarcó.

    A pesar de que el salario real promedio en 2024 superó al de 2019, el deterioro de los salarios más bajos sigue pesando. Pico advirtió que “los salarios más bajos tuvieron caídas más importantes en el marco de la pandemia y también una recuperación más lenta». En este sentido, agregó: «Entonces, aunque en promedio el salario real está por encima, no necesariamente esta es la realidad de los salarios más bajos”.

    Finalmente, la especialista planteó que esta situación ayuda a explicar por qué algunos indicadores sociales no han mejorado a pesar del crecimiento económico. “Cuando miramos indicadores socioeconómicos como la pobreza o la desigualdad, hoy todavía estamos peor que lo que estábamos en 2019”, cerró.