La Guardia Civil de España detuvo el pasado jueves a un hombre de 55 años, vecino de la provincia de Pontevedra, acusado de cometer delitos contra la libertad e indemnidad sexual. El individuo se hacía pasar por santero o curandero espiritual, ofreciendo supuestos tratamientos con hierbas y conjuros, pero en algunos casos les exigía a sus pacientes mantener relaciones sexuales como parte del ritual de “sanación”.
Según el comunicado oficial difundido este lunes, el detenido sostenía que muchas de las personas que acudían a su consulta estaban “poseídas por un espíritu”, y que la única forma de liberarlas era a través del contacto sexual con su cuerpo, presentado como un canal espiritual de curación.
El caso fue investigado por agentes de la Guardia Civil tras recibir denuncias de pacientes que se sintieron engañadas y vulneradas. Una vez recopiladas las pruebas, el santero fue arrestado y puesto a disposición judicial. Aunque ha quedado en libertad con cargos, la investigación continúa abierta.
Fraude espiritual y abuso de confianza
Este tipo de casos pone en evidencia los riesgos de la manipulación en contextos de vulnerabilidad emocional o de salud, donde charlatanes aprovechan el vacío institucional o la desesperación personal para ofrecer soluciones milagrosas que pueden derivar en situaciones de abuso.
En España, como en muchos países de América Latina, las prácticas vinculadas al curanderismo, santería o espiritualidad popular cuentan con arraigo cultural, pero también con zonas grises legales. Si bien no son ilegales per se, su ejercicio puede derivar en delitos cuando se cruzan límites como el engaño, el abuso sexual o la estafa.