«Han pasado 80 años, pero nada ha cambiado».
Así es como Masako Wada, sobreviviente de la bomba de Nagasaki, se refiere a los ataques nucleares que Estados Unidos lanzó sobre Japón el 6 y 9 de agosto de 1945.
«No se ha aprendido nada de nuestra experiencia y hoy tenemos un riesgo mayor que en el pasado», le dice a BBC Mundo Wada, secretaria general adjunta de Nihon Hidankyo, la organización de sobrevivientes de las bombas atómicas que ganó el Premio Nobel de Paz en 2024.
Toshio Tanaka tenía 6 años cuando cayó la bomba de Hiroshima y comparte ese temor.
Dice que conflictos como el de Rusia y Ucrania o en Medio Oriente, que mantienen latente la amenaza nuclear, la hacen sentir «profundamente preocupada».
«Este camino nos puede llevar a una tercera guerra mundial y provocar el fin de la Tierra», dice Tanaka en entrevista con BBC Mundo, días antes del 80 aniversario de los ataques.
Las razones que llevaron a EE.UU. a lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki aún generan controversia.
Dos tercios de los edificios de la ciudad, unos 60.000, quedaron reducidos a escombros.

