(CNN) El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo el domingo que ordenaría al Gobierno reconstruir y reabrir Alcatraz, una antigua prisión en una pequeña isla del mismo nombre frente a la costa de San Francisco, que alguna vez albergó a algunos de los criminales más peligrosos del país, incluidos Al Capone, George “Machine Gun” Kelly y James “Whitey” Bulger.
La prisión, que cerró hace 60 años debido al deterioro de su infraestructura y los altos costos de mantenimiento, “servirá como símbolo de la Ley, el Orden y la JUSTICIA”, declaró Trump en una publicación en Truth Social el domingo. Posteriormente, declaró a la prensa que era “solo una idea” que tuvo mientras los jueces federales presionaban para garantizar que los inmigrantes deportados tuvieran el debido proceso.
Ahora, un importante hito histórico y destino turístico, Alcatraz fue una vez uno de los sitios militares más fuertemente fortificados de la costa oeste antes de transformarse en una penitenciaría federal de renombre, en 1934.
Como una prisión de máxima seguridad rodeada por las fuertes y frías corrientes del Pacífico, Alcatraz tenía la reputación de ser una instalación de “último recurso” donde se enviaba a los más peligrosos y más indisciplinados de otras prisiones. Era prácticamente imposible escapar, a pesar de los numerosos intentos legendarios.
Esto es lo que más se debe saber sobre su colorida historia:
“Prisión de máxima seguridad, privilegios mínimos”
La ubicación estratégica de la isla de Alcatraz, en la entrada de la bahía de San Francisco, la hacía ideal para la defensa.
El Ejército de EE.UU. construyeron una fortaleza allí en la década de 1850 y la equipó con la artillería necesaria para proteger la bahía de una invasión extranjera, en medio del creciente interés de EE.UU. en el Pacífico. También se utilizó para proteger a San Francisco de los asaltantes confederados durante la Guerra Civil. Poco después, se transformó en una prisión militar, y así permaneció hasta el siglo XX.