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    La Amistad con Benedetti, Borges y Galeano

    PorDaniel Caiazzo

    Jul 20, 2022

    Que mejor manera de celebrar la amistad que emocionandonos con poemas que dicen tanto….

    Hagamos un trato
    Compañera, usted sabe que puede contar conmigo
    No hasta dos o hasta diez, sino contar conmigo

    Si alguna vez advierte que la miro a los ojos
    Y una veta de amor reconoce en los míos
    No alerte sus fusiles, ni piense: ¡qué delirio!
    A pesar de la veta, o tal vez porque existe
    Usted puede contar conmigo

    Si otras veces me encuentra huraño, sin motivo
    No piense que es flojera, igual puede contar conmigo

    Pero hagamos un trato: yo quisiera contar con usted
    Es tan lindo saber que usted existe
    Uno se siente vivo
    Y cuando digo esto, quiero decir contar
    Aunque sea hasta dos, aunque sea hasta cinco

    No ya para que acuda, presurosa, en mi auxilio
    Sino para saber, a ciencia cierta
    Que usted sabe que puede contar conmigo

    Mario Benedetti

    Juan Gelman me contó que una señora se había batido a paraguazos, en una avenida de París, contra toda una brigada de obreros municipales. Los obreros estaban cazando palomas cuando ella emergió de un increíble Ford a bigotes, un coche de museo, de aquellos que arrancaban a manivela; y blandiendo su paraguas, se lanzó al ataque. A mandobles se abrió paso, y su paraguas justiciero rompió las redes donde las palomas habían sido atrapadas. Entonces, mientras las palomas huían en blanco alboroto, la señora la emprendió a paraguazos contra los obreros. Los obreros no atinaron más que a protegerse, como pudieron, con los brazos, y balbuceaban protestas que ella no oía: más respeto, señora, haga el favor, estamos trabajando, son órdenes superiores, señora, por qué no le pega al alcalde, cálmese señora, qué bicho la picó, se ha vuelto loca esta mujer. Cuando a la indignada señora se le cansó el brazo, y se apoyó en una pared para tomar aliento, los obreros exigieron una explicación. Después de un largo silencio, ella dijo: Mi hijo murió. 

    Los obreros dijeron que lo lamentaban mucho, pero que ellos no tenían la culpa. También dijeron que esa mañana había mucho que hacer, usted comprenda.…

    – Mi hijo murió -repitió ella. 

    Y los obreros: que sí, que sí, pero que ellos se estaban ganando el pan, que hay millones de palomas sueltas por todo París, que las jodidas palomas son la ruina de esta ciudad.…

    – Cretinos -los fulminó la señora. 

    Y lejos de los obreros, lejos de todo, dijo:

    – Mi hijo murió y se convirtió en paloma. 

    Los obreros callaron y estuvieron un largo rato pensando. Y por fin señalando a las palomas que andaban por los cielos y los tejados y las aceras propusieron: 

    – Señora: ¿por qué no se lleva a su hijo y nos deja trabajar en paz? 

    Ella se enderezó el sombrero negro. 

    – ¡Ah, no! ¡Eso sí que no! 

    iró a través de los obreros, como si fueran de vidrio, y muy serenamente dijo: 

    – Yo no sé cuál de las palomas es mi hijo. Y si supiera,tampoco me lo llevaría. Porque, ¿qué derecho tengo yo a separarlo de sus amigos?

    Eduardo Galeano

    Poema de la Amistad

    No puedo darte soluciones para todos los problemas de
    la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
    pero puedo escucharte y compartirlo contigo.

    No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
    Pero cuando me necesites estaré junto a ti.

    No puedo evitar que tropieces.
    Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes
    y no caigas.

    Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

    No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
    Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me
    lo pides.

    No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes
    actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para
    crecer.

    No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te
    parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger
    los pedazos para armarlo de nuevo.

    No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
    Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
    En estos días oré por ti…

    En estos días me puse a recordar a mis amistades mas
    preciosas.
    Soy una persona feliz: tengo mas amigos de lo que
    imaginaba.

    Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
    Es lo que siento por todos ellos.
    Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la

    alegría que sienten al verme.

    Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y
    cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la
    serenidad, en estos días pense en mis amigos y amigas,
    entre ellos, apareciste tu.

    No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
    No encabezabas ni concluías la lista.
    No eras el numero uno ni el numero final.

    Lo que se es que te destacabas por alguna cualidad que
    transmitías y con la cual desde hace tiempo se
    ennoblece mi vida.

    Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el
    segundo o el tercero de tu lista.
    Basta que me quieras como amigo.
    Entonces entendí que realmente somos amigos.

    Jorge Luis Borges