
El primero analiza las diferencias entre los logros de los alumnos al finalizar tercer y sexto año de primaria y las habilidades que deberían poseer para cumplir con las exigencias de cuarto de primaria y primero de media. Se detectan actividades en las que, de acuerdo a los logros alcanzados, podrían darse dificultades. A su vez, se halla una falta de especificaciones claras en los currículos de la ANEP acerca de qué tendrían que poder hacer los estudiantes.
El segundo muestra que existe una importante diversidad en la cobertura y énfasis que los maestros dan a los contenidos de lectura y matemática. Además, que los desempeños varían según el contexto socioeconómico y cultural. La falta de definiciones curriculares más concretas de estándares de desempeño es una fuente de inequidad, ya que lo que está planificado enseñar, lo que se enseña efectivamente y lo que aprenden los alumnos está relacionado, en gran medida, con el contexto socioeconómico y cultural de las escuelas.
En el contexto de la transformación curricular propuesta por la ANEP, estos informes buscan visibilizar la importancia de contar con especificaciones curriculares más concretas, por área y grado.